La ceremonia de toma de posesión del presidente electo de Guatemala, a la que asistieron varias delegaciones internacionales, entre ellas los mandatarios de Chile y Colombia, estaba planificada para las 3:00 p.m. hora local.
Sin embargo, la sesión solemne está en vilo ante el hecho de que la Comisión de Credenciales, compuesta por los congresistas salientes, no ha terminado su labor de revisar los documentos de los diputados electos.
Un anillo de seguridad con agentes antidisturbios y policías militares frenó el avance de la multitud, que hace sonar trompetas de plástico y ondea banderas de Guatemala, aunque hasta el momento la policía no ha utilizado la fuerza para dispersarlos ni gases lacrimógenos.
Arévalo, de 65 años, debe ser juramentado en el Teatro Nacional pero la ceremonia está atrasada. El Congreso, controlado por partidos afines al presidente saliente, Alejandro Giammattei, mantiene detenido el proceso de acreditación de los diputados electos y reelectos.
Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro leyó una declaración de apoyo al presidente Bernardo Arévalo y a la democracia en Guatemala. El documento hace un llamado al Congreso a cumplir con su mandato constitucional de entregar el poder y respetar la voluntad del pueblo.
Por su parte Joseph Borrel, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, dijo desde su cuenta de twitter: “Espero que el Congreso respete los resultados de las elecciones, los procedimientos y los valores democráticos”.